SENTADILLA PROFUNDA CON AUTOCARGA
Sentadilla profunda
La sentadilla profunda es un ejercicio multiarticular que involucra principalmente los músculos de los miembros inferiores, la cadera y los glúteos. Este movimiento moviliza un gran número de articulaciones (tobillos, rodillas y caderas) y grupos musculares, estimulando la propiocepción motora y requiriendo el máximo grado de flexión posible en las rodillas. Al realizarse correctamente, fortalece el tren inferior, mejora la estabilidad y activa el core, convirtiéndose en un ejercicio fundamental para el acondicionamiento físico y la funcionalidad diaria.
Beneficios de la sentadilla profunda (5 minutos)
La práctica regular de la sentadilla profunda, incluso en sesiones cortas de 5 minutos, ofrece múltiples ventajas para el cuerpo. Los principales beneficios incluyen:
Mejora la movilidad articular: Actúa como un "engrasado" natural para los tobillos, rodillas y caderas, aumentando su rango de movimiento y reduciendo la rigidez.
Previene dolores de espalda: Al mejorar la tensión corporal y fortalecer el core, ayuda a mantener una postura adecuada, aliviando tensiones lumbares.
Prepara para sentadillas técnicas: Desarrolla la flexibilidad y la fuerza necesarias para realizar sentadillas con buena forma, optimizando los resultados a largo plazo.
Incluir este ejercicio en tu rutina diaria, incluso por pocos minutos, puede ser un excelente punto de partida para mejorar la salud articular y muscular.
Fuerzas involucradas en la sentadilla profunda
Durante la ejecución de la sentadilla profunda, la articulación de la rodilla soporta dos tipos principales de fuerzas: la fuerza de cizalla y la fuerza de compresión. Comprender estas fuerzas es clave para realizar el ejercicio de manera segura y efectiva:
Fuerza de cizalla:
Se genera cuando el fémur y la tibia se deslizan en direcciones opuestas.
Fuerzas excesivas pueden dañar los ligamentos cruzados (anterior y posterior), que son estructuras esenciales para mantener la estabilidad de la rodilla y limitar movimientos antero-posteriores.
Fuerza de compresión:
Se refiere a la presión ejercida entre dos superficies que se empujan entre sí.
Afecta principalmente dos áreas: el menisco (que amortigua la tensión entre tibia y fémur) y la parte posterior de la rótula contra el fémur.
Fuerzas de compresión excesivas pueden lesionar los meniscos y el cartílago articular, especialmente si la técnica es incorrecta.
Consejos para minimizar riesgos
Mantén las rodillas alineadas con los dedos de los pies durante el descenso.
Evita que las rodillas avancen demasiado hacia adelante para reducir la fuerza de cizalla.
Aterriza suavemente y distribuye el peso hacia los talones para disminuir la compresión en la rótula.
Cómo realizar la sentadilla profunda correctamente
Posición inicial:
Párate con los pies separados a la anchura de los hombros, con los dedos ligeramente hacia afuera.
Mantén el torso recto, el pecho elevado y el core activado.
Descenso:
Lleva la cadera hacia atrás y flexiona las rodillas lentamente, descendiendo hasta que los muslos estén paralelos al suelo o más abajo (máxima flexión).
Asegúrate de que las rodillas sigan la dirección de los dedos de los pies y no se desplacen hacia adentro.
Ascenso:
Empuja con los talones para volver a la posición inicial, manteniendo el control y la espalda recta.
Evita bloquear las rodillas en la parte superior.
Duración y repeticiones:
Para principiantes: 3 series de 5-10 repeticiones, sosteniendo la posición baja por 5-10 segundos.
Para intermedios/Avanzados: 3-4 series de 10-15 repeticiones o 5 minutos continuos con pausas breves.
Descansa 30-60 segundos entre series.
Músculos trabajados
La sentadilla profunda involucra los siguientes grupos musculares:
Cuádriceps: Principalmente responsables de la extensión de la rodilla.
Glúteos: Especialmente el glúteo mayor, que impulsa el ascenso.
Isquiotibiales: Ayudan en la flexión de la cadera y la estabilización.
Aductores y abductores: Estabilizan las piernas durante el movimiento.
Gemelos y sóleo: Contribuyen al soporte y equilibrio.
Core (abdominales y oblicuos): Mantiene la postura y estabiliza el tronco.
Consejos para una práctica segura
Calentamiento: Realiza 5-10 minutos de movilidad articular (tobillos, rodillas, caderas) y estiramientos dinámicos.
Progresión gradual: Si eres principiante, empieza con sentadillas parciales y avanza hacia la profundidad con el tiempo.
Superficie adecuada: Usa un suelo plano y, si es necesario, una colchoneta para mayor comodidad.
Calzado: Opta por zapatillas con soporte para evitar inestabilidad.
Técnica: Mantén la mirada al frente y evita curvar la espalda para proteger la columna.
Consulta profesional: Si tienes lesiones previas en rodillas o caderas, consulta a un fisioterapeuta antes de practicarla.
Ejemplo de rutina con sentadilla profunda
Calentamiento (5-7 minutos): Movilidad de tobillos, rodillas y caderas.
Circuito (3-4 rondas):
Sentadilla profunda: 10-12 repeticiones o 1 minuto continuo.
Plancha frontal: 20-30 segundos.
Estiramientos dinámicos: 30 segundos.
Descanso: 30-60 segundos entre rondas.
Enfriamiento (5 minutos): Estiramientos estáticos para cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.
Conclusión
La sentadilla profunda es un ejercicio multiarticular que fortalece el tren inferior, mejora la movilidad y estimula la propiocepción, siempre que se realice con técnica adecuada. Sus beneficios son notables en la prevención de dolores y la preparación para movimientos funcionales. ¡Incorpora la sentadilla profunda a tu rutina con precaución y disfruta de sus ventajas para un cuerpo más fuerte y flexible!
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